“Un día prevalecerá la justicia social”: Lottie Cunningham Wren
Press releases 03.12.2020
La abogada y activista nicaragüense por los derechos indígenas, Lottie Cunningham Wren, recibió hoy el Premio Right Livelihood en una celebración virtual transmitida en vivo desde la ciudad de Estocolmo.
A través de un enlace de video, Lottie Cunningham participó de la 41ª entrega del Premio Right Livelihood, donde pronunció un discurso sobre la dramática situación que atraviesan las comunidades indígenas y afrodescendientes de la costa caribeña de Nicaragua.
A principios de octubre, la Fundación que entrega el galardón también conocido como ‘Nobel Alternativo’ anunció a Lottie Cunningham entre las personas distinguidas en 2020, junto a la abogada de derechos humanos y activista iraní Nasrin Sotoudeh; el abogado estadounidense por los derechos civiles Bryan Stevenson; y el activista político bielorruso Ales Bialiatski, del Centro de Derechos Humanos Viasna.
Fundadora del Centro por la Justicia y los Derechos Humanos de la Costa Atlántica de Nicaragua (CEJUDHCAN), Lottie Cunningham fue seleccionada “por su incansable dedicación a la protección de los territorios y las comunidades indígenas frente a la explotación y el saqueo”.
La labor de la abogada miskito ha sido clave a la hora de garantizar mecanismos de protección legal, como el proceso de demarcación y titularidad de las tierras indígenas de Nicaragua, del que ha sido iniciadora.
En su discurso de aceptación, Cunningham ponderó la avanzada legislación nicaragüense sobre derechos indígenas, al tiempo que resaltó que la falta de voluntad estatal transforma en letra muerta la normativa:
“Si bien Nicaragua tiene una de las leyes más amplias en materia de derechos indígenas -reconociendo la autonomía de las comunidades en el manejo de sus tierras y recursos naturales y estableciendo un proceso específico de demarcación y titulación- todo sigue siendo una promesa en papel. El Estado de Nicaragua se ha negado a implementar acciones concretas para proteger la vida, el territorio y la identidad cultural de los pueblos indígenas”, dijo Cunningham.
Además de apoyo a largo plazo por parte de la Fundación Right Livelihood, las personas laureadas reciben un millón de coronas suecas (equivalentes a unos 118.000 dólares estadounidenses), destinado a dar continuidad a los trabajos en curso.
“El premio se utilizará para seguir buscando la justicia social para todas las comunidades, para continuar la lucha por lograr los sueños de mi pueblo para que un día prevalezca la justicia social, la autodeterminación y la gestión de nuestros propios territorios”, aseguró la activista.
Lottie Cunningham es la segunda nicaragüense en recibir esta distinción. En 2004, el Premio Right Livelihood destacó a la defensora de derechos humanos Bianca Jagger.
Más información
Fotografías en alta resolución
Video de la presentación online (inglés)
Video sobre Lottie Cunningham (inglés)
Discurso de aceptación completo
Buenas tardes y buenas noches a todos los que están escuchando la ceremonia, y muchas gracias Parul Sharma.
En primer lugar, me gustaría expresar mis más sinceras felicitaciones a mis compañeros galardonados del Right Livelihood Award 2020. Para mí es un privilegio compartir este momento con ustedes.
Mi equipo y yo nos sentimos honrados por este reconocimiento.
Afirmo al mundo y a Nicaragua que no asumo este premio a título personal sino en nombre de los pueblos indígenas de Nicaragua, particularmente de los que han dado su vida defendiendo a la Madre Tierra, y de las mujeres indígenas y afrodescendientes del Costa Caribe de Nicaragua que luchan día a día por la vida y el territorio.
Asimismo, acepto el Premio en un momento en el que más de 270 comunidades indígenas, afrodescendientes y otras comunidades de Nicaragua han sido devastadas por dos huracanes en menos de 15 días, dejando a miles de indígenas sin alimentos, agua potable, casas y techos.
No podría hacerlo sin esos defensores de derechos humanos que están dentro de las comunidades, para ellos un agradecimiento especial, también a mi maravillosa familia que me apoya y a mis muchos socios que han colaborado con nosotros durante todos estos años para lograr los sueños de mi gente.
Como mujer indígena con una profunda fe en Dios, he levantado esta pequeña voz para los pueblos indígenas y afrodescendientes que no tienen voz, para poder compartir los testimonios de las mujeres indígenas sobre su dolor y su lucha.
Los pueblos indígenas y afrodescendientes viven en 304 aldeas en 23 territorios. El 90% de nuestros territorios enfrenta la invasión masiva de colonos, la mayoría de ellos acaparadores de tierras armados. Estos colonos talan nuestros bosques, extraen nuestros minerales y crían ganado en nuestras tierras. Están expulsando a mi gente de sus tierras de cultivo y de sus aldeas, donde solían realizar actividades tradicionales como la caza, la pesca y la recolección de plantas medicinales. Estamos frente a una crisis humanitaria.
Si bien Nicaragua tiene una de las leyes más amplias en materia de derechos indígenas, reconociendo la autonomía de las comunidades en el manejo de sus tierras y recursos naturales y estableciendo un proceso específico de demarcación y titulación, todo sigue siendo una promesa en papel. El Estado de Nicaragua se ha negado a implementar acciones concretas para proteger la vida, el territorio y la identidad cultural de los pueblos indígenas.
He caminado mucho tiempo con mi gente, con quienes tienen hambre y sed de justicia, quienes sufren las restricciones a su movilidad por el desplazamiento forzado, quienes sufren la violencia, la destrucción del medio ambiente o la violación de sus derechos básicos. Es por ellos que estoy aquí.
Mi gente está sufriendo bajo el acaparamiento armado de tierras, la pandemia de Covid-19 y ahora dos huracanes directos que han arrasado casas, animales de granja, cultivos y alimentos almacenados.
Sin embargo, me siento optimista sobre las enseñanzas de mi abuela quien me enseñó muchos valores y principios para vivir en armonía con la Madre Naturaleza. Esto me motiva a continuar la lucha por lograr los sueños de mi pueblo para que un día prevalezca la justicia social, la autodeterminación y la gestión de nuestros propios territorios.
El premio se utilizará en estos momentos cruciales para seguir buscando la justicia social para todas las comunidades indígenas y afrodescendientes en la costa caribeña de Nicaragua y para apoyar a las comunidades en la emergencia humanitaria.
Gracias a todos por creer en nosotros y elegirnos para este premio tan importante.