Vladimir Slivyak es uno de los activistas ambientales más comprometidos y de mayor trayectoria de Rusia. Lleva décadas encabezando importantes campañas de base contra prácticas perjudiciales para el ambiente. Ha frenado proyectos relacionados con la extracción de combustibles fósiles, el uso de la energía nuclear y el carbón, así como con el transporte de residuos radioactivos desde el extranjero.
Como copresidente y cofundador de Ecodefense, una de las principales organizaciones ambientales durante décadas, Slivyak ha trabajado exhaustivamente en la reducción de riesgos ambientales, la mitigación de la crisis climática y la promoción de las energías renovables en Rusia.
Bajo el liderazgo de Slivyak, Ecodefense fue el primer grupo ambiental que puso en marcha una campaña contra el carbón en Rusia, en 2013, que ayudó a empoderar a las comunidades locales que sufrían los impactos de la minería y el transporte de carbón. La creación de vínculos entre las comunidades locales del país y la difusión de información llevó a la rápida proliferación de protestas contra el carbón en diferentes partes de Rusia.
Slivyak también se ha opuesto a la promoción de la energía nuclear por parte de Rusia, tanto a nivel nacional como en el extranjero. Estos grandes triunfos demuestran que incluso en una Rusia autoritaria, las actividades de base pueden desafiar proyectos con apoyo gubernamental.
En los últimos años, debido a su trabajo, Slivyak y Ecodefense han estado en el punto de mira de las autoridades rusas. Pero Slivyak ha mantenido el rumbo alentado por la creciente influencia de jóvenes activistas por el clima. A su lado, se ha comprometido a abrir las puertas de un futuro más limpio y sostenible para Rusia y el resto del mundo.